Con fecha de edición del año 2019, se ha publicado en el servicio editorial de la Universidad de Granada el libro colectivo Las fronteras en la Edad Media hispánica, siglos XIII-XVI.
Entre los artículos que se recogen en la obra, se halla el trabajo de Ernesto García Fernández, investigador de este grupo, con el título de «Comercio y fiscalidad en la frontera nororiental de Castilla: Álava, Guipúzcoa y Vizcaya a fines de la Edad Media». En este artículo se señala que «la sociedad y los territorios de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se articulaban en los aparatos centrales de la Corona a través de los diversos instrumentos de recaudación fiscal creados al efecto por la administración regia o consentidos por ella ante las demandas de los poderes locales y provinciales (alcabalas, peajes o pontajes, aduanas de los obispados de Osma, Sigüenza y Calahorra, diezmos de la mar, “prebostad”, etc.). Cada tipología fiscal correspondía a un registro distinto y por tanto a un espacio tributario específico que creaba redes de relación social y clientelares diferentes. Los problemas surgidos por motivos fiscales normalmente se resolvieron a nivel local. Los corregidores o pesquisidores designados al efecto por la Corte desempeñaron asimismo un papel notable en su resolución. Las Juntas Generales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya también intervinieron en estos desenlaces y más excepcionalmente se acudió a convocar Juntas específicas a las que asistieran representantes de la Corona, de Álava, de Guipúzcoa y de Vizcaya, como sucedió a fines del siglo XV con el propósito de determinar cuáles eran los peajes o pontajes con licencia regia. Y por supuesto la situación fronteriza de esta zona periférica de Castilla fue un elemento referencial que afloraba de vez en cuando entre los argumentos de los protagonistas de esta historia».